Las guerras de divisas preocupan a muchos analistas. Mientras la política financiera de Estados Unidos sigue poniendo en peligro a otras economías mundiales, varios países tratan de evitar usar el dólar en sus operaciones bilaterales.
Y no cuestan demasiado, ya que la Reserva Federal emite e inyecta a la economía millones y millones de dólares.
Esta política, conocida como flexibilización cuantitativa, se ideó para estimular el crecimiento económico y rebajar las tasas de interés. Pero la economía más potente del mundo genera dinero para todos.
El constante aumento de la masa monetaria de EE. UU. devalúa el dólar -la principal divisa de reserva en el planeta- e incrementa el valor de otras monedas. Muchos ya hablan de una "guerra de divisas".
Los países afectados por el flujo de dólares estadounidenses están adoptando medidas para proteger sus divisas y reducir el precio de sus exportaciones. Mientras tanto, EE. "El FMI y la OMC están bajo la influencia del gobierno de EE. UU. Por eso muchos países firman acuerdos bilaterales sin la participación de estas organizaciones", añadió Max Fraad Wolff.
En este proceso participan China, Brasil, Rusia, algunos países de América Latina y del Este de Europa. Esta lucha contra la principal divisa de reserva es, en realidad, un combate librado contra la agresividad del sector financiero de EE. UU.
La batalla esta en marcha, pero la guerra todavía no está ganada.
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