· Subtítulo: Felipe y los felipistas: de Suresnes al club del millón de euros
SINOPSIS:

El autor ha investigado uno por uno a las principales figuras de esta generación clave en la historia de España, con la condición de que ya no estén en política.
Un trabajo periodístico sin apriorismos ni juicios de valor en el que, además, se ha dado voz a los protagonistas. El objetivo, responder con rigor y veracidad a una serie de preguntas:
· ¿Cuánto cobran?
· ¿Para quién trabajan?
· ¿Cuáles son sus patrimonios?
· ¿Qué gestiones han hecho en la sombra?
· ¿Cómo han entrelazado socialismo y capitalismo?
Las páginas de este libro están repletas de informaciones inéditas sobre la vida y actividades de Felipe y sus hombres, que, sin duda, sorprenderán al lector. Solchaga, Boyer, Serra, Barrionuevo, Corcuera, Solana, Asunción, Gómez-Navarro, Rodríguez Ibarra, Leguina…Todos ellos, al descubierto.
· ¿Para quién trabajan?
· ¿Cuáles son sus patrimonios?
· ¿Qué gestiones han hecho en la sombra?
· ¿Cómo han entrelazado socialismo y capitalismo?
Las páginas de este libro están repletas de informaciones inéditas sobre la vida y actividades de Felipe y sus hombres, que, sin duda, sorprenderán al lector. Solchaga, Boyer, Serra, Barrionuevo, Corcuera, Solana, Asunción, Gómez-Navarro, Rodríguez Ibarra, Leguina…Todos ellos, al descubierto.
Javier Chicote: "Lo de Bono es inmoral, no esperó a ser ex político para montarse una hípica"
Cuando se considera que el presidente federal alemán, Christian Wulff, ha tenido que dimitir y poner fin a su carrera política por ser sospechoso de aceptar “regalos y favores” de empresarios alemanes y se compara con el dictamen de la fiscalía española, según el cual las dádivas del constructor de R. Urbis al Sr. Bono se inscriben dentro de la relación normal “madrina-amadrinada” no se puede evitar un cierto rubor. No es sólo la tasa de paro lo que nos separa de las democracias consolidadas.
¿Por qué será que nada de esto me sorprende. Simplemente me revuelve el estómago pensar que un día voté por esta gente. Tengo a mi favor, el darme cuenta enseguida -en el mismo 1983-85- de que no eran los que yo creía. Beautiful people -como se decía cuando andaban en la gobernanza- y sociolistos, como dicen los de derechas. Y cuánta razón, por desgracia.
¿Habrá pastillas contra la indignación y el cabreo galopante?
Por que nos engañemos: la cosa está más extendida de lo que se cree. Mirad si no:
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