La concordia es el compormiento más adecuado para conseguir salir de la crisis y el bienestar social. Partiendo de este postulado, la separación ideológica en la política actual es poco útil para la ciudadanía.
La división entre la ideología entre izquierda y derecha lo único que construye es discordia, en lugar de aumentar la paz social, el progreso y la grandeza de la nación.
En el siglo XXI, cuando ya nos hemos liberado de casi todos los regímenes totalitarios, no necesitamos dividirnos entre ideas tradicionales y liberales. Lo que nos interesa ahora es mejorar el nivel de vida y nuestras expectativas de futuro, no crear guerras (ni entre los políticos, ni entre las naciones o nacionalidades).
Tanto la corriente de derecha como la de izquierdas tienen sus ventajas y desventajas. Ninguna es mala y ninguna es buena. Lo que se debería hacer es aprovechar las buenas ideas de las dos ideologías, sin identificarse con ninguna de ellas en sentido puro, ya que nunca cumplirán del todo con nuestras expectativas.
Tanto la corriente de derecha como la de izquierdas tienen sus ventajas y desventajas. Ninguna es mala y ninguna es buena. Lo que se debería hacer es aprovechar las buenas ideas de las dos ideologías, sin identificarse con ninguna de ellas en sentido puro, ya que nunca cumplirán del todo con nuestras expectativas.
El radicalismo ideológico nunca es bueno y no lleva ni hacia el progreso ni hacia la tolerancia. Una democracia moderna exige un esfuerzo conjunto y continuo de mentes librepensadoras que no se dejen manipular por el carisma de los líderes de sus partidos.
OPTEMOS POR QUE ALGO CAMBIE.
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