“Abrimos un periódico y no tenemos más remedio que admitir que estamos siendo gobernados por delincuentes o por parásitos.”
Me niego a admitir que quienes nos gobiernan son delincuentes y parásitos sociales, ello me llevaría a hundirme definitivamente en un pozo ciego, en el no me gustaría terminar mis días, ni que ese fuera el destino de mis hijas y nietos, o bien, el desear la desaparición de toda “LA CALAÑA que nos gobierna” y de los partidos políticos, y en consecuencia, desear que vuelvan esos “salva patrias” fascistas o totalitarios, da lo mismo, que algunos parecen añorar. Y esto sea quizás lo que se pretenden con esta manera de gobernanza imperante, y no solo en España.
Aun que prefiero una democracia imperfecta, con “chorizos” (no todos) que me roben el dinero y mientan, a una dictadura de gobernantes “honrados” que solo quitan la libertad y, a muchos ciudadanos, la vida.
Hace tiempo leí un
libro: “Los locos que nos gobiernan”, ahí uno lee como a los gobernantes,
ministros etc. no les interesa nada el sufrimiento de su pueblo. El síndrome de
arrogancia de ciertos políticos no solo se nota sino que se huele. Es sin duda
algo tras lo que esconden su ineptitud y sus falacias.
Ante la pregunta de si estamos gobernados por delincuentes o parásitos
sociales e ineptos. Por supuesto que la amplísima mayoría de quienes nos
gobiernan son criminales y sicópatas carentes de empatía, de sentimientos, sin
escrúpulos... Aunque también hay que matizar, que no es que la población sea
mucho mejor y que quizá la casta política sea sólo un reflejo de cómo es la
mayoría ciudadana. Lamento tener que reconocer que la mayoría de los
españolitos/as son de mentalidad y conducta sectaria, mostrenca, envidiosa,
cateta, rencorosa...
Y respecto a la casta política, la élite que nos gobierna y dirige nuestro destino, pienso que no son pobres enfermos sicópatas, equivocados o incompetentes, torpes que cometen errores. Tapan las mentiras con verdades y la gente colabora voluntariamente con el engaño que recibe. Y son así de nefastos porque, en su mayoría, son carentes de ideologías. Nos hacen creer que unos son de izquierdas y otros de derechas, cuando en realidad el partido está apañado y es tongo, hay un pacto entre ellos. El pasado 20-N no fui a votar, pero de haberlo hecho, dentro de la papeleta hubiera introducido una pregunta: ¿los ciudadanos sólo podemos elegir entre malos y peores?
Y respecto a la casta política, la élite que nos gobierna y dirige nuestro destino, pienso que no son pobres enfermos sicópatas, equivocados o incompetentes, torpes que cometen errores. Tapan las mentiras con verdades y la gente colabora voluntariamente con el engaño que recibe. Y son así de nefastos porque, en su mayoría, son carentes de ideologías. Nos hacen creer que unos son de izquierdas y otros de derechas, cuando en realidad el partido está apañado y es tongo, hay un pacto entre ellos. El pasado 20-N no fui a votar, pero de haberlo hecho, dentro de la papeleta hubiera introducido una pregunta: ¿los ciudadanos sólo podemos elegir entre malos y peores?
DOS EJEMPLOS:
MALOS-
La Delegada del Gobierno de Madrid cobra en negro
sus colaboraciones en intereconomía, participando en prácticas de economía
sumergida perseguidas por la ley diseñada por Montoro. Mientras exige el
cumplimiento de la legalidad al 15-M
PEORES.-
Con el
ingreso en prisión de Antonio Fernández, ex consejero de Empleo de la Junta de
Andalucía, la acción de la Justicia se acerca ya a los que, por lógica, deben
ser los máximos responsables de la trama de los EREs falsos y trucados: Manuel
Chaves y José Antonio Griñán. La jueza Alaya está convencida de que lo de los
EREs no fue un accidente o el resultado del comportamiento delictivo de algunas
personas, sino la consecuencia de una forma corrupta y abusiva de entender el
poder en Andalucía.
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