“La crisis ha sido una gran estafa”
Juan Torres es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla,
consultor y asesor de gobiernos y organizaciones internacionales, interviene en foros y seminarios de divulgación económica y análisis. Es un escritor prolífico y ha publicado un buen número de libros (el último se titula ¿Por qué se cayó todo y no se ha hundido nada? La crisis de las hipotecas basura), medio millar de artículos y tiene un blog en internet, Ganas de escribir.
¿Cuál es la razón de esta crisis?
El gigantesco y antidemocrático poder de decisión de los banqueros es el origen auténtico de la crisis. Lo resumiré con cinco citas ajenas: "Los bancos tienen la culpa de todo", "La banca ha tenido una conducta irresponsable", "La crisis se ha producido porque se ha dejado que la banca cometa un fraude generalizado", "Los directivos de los bancos que han recibido dinero del Estado y ahora pagan bonos son unos sinvergüenzas" y "La crisis se ha producido gracias a los chanchullos de la Administración de Bush". Estas frases proceden de fuentes nada sospechosas de izquierdismo anticapitalista. Las han pronunciado, por este orden, Warren Buffet, que es uno de los dos hombres más ricos del mundo; la segunda aparece en un documento del G 20; la tercera es de Alan Greenspan, el que fue presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos; la cuarta es de Barack Obama y la quinta es una opinión de Paul Samuelson, premio Nobel de Economía, considerado como el más prestigioso economista de la segunda mitad del siglo XX.
¿Por qué califica usted esta crisis como una estafa?
Ha sido una gran estafa. Estafa de los bancos que inundaron el mundo de hipotecas sin garantías y de porquería financiera. Estafa de los organismos internacionales y la mayoría de los bancos centrales y gobiernos que han creado las condiciones para que los bancos se forren. Estafa de analistas y académicos que proclamaron las virtudes del libre mercado y de la desregulación de las fianzas. Estafa de los líderes políticos que primero dijeron no haberse enterado de nada; luego, ante la gravedad de lo que sucedía, afirmaron que iban a cambiar las cosas, más tarde inventaron excusas como la gripe A o la amenaza terrorista para que los ciudadanos miraran a otra parte y no salieran a la calle y, finalmente, actuaron con el principio de que para salvar la economía había que salvar primero a los bancos que la llevaron al desastre. Estafa de los poderosos del planeta que provocaron este problema gigantesco sin asumir ni pagar sus responsabilidades y que, como siempre, han hecho que las personas débiles y pobres sean quienes sufran y paguen sus criminales destrozos.
¿Los bancos han chantajeado a los gobiernos?
Muchos gobiernos, como el español, tenían superávit presupuestario antes de 2007 y 2008, pero en cuanto tuvieron que aumentar el gasto público para hacer frente a los efectos de la crisis, comenzaron a incurrir en déficit y a tener que emitir deuda. Los bancos públicos desaparecieron hace años en aplicación de políticas neoliberales de privatización. A los gobiernos no les quedó más remedio que emitir deuda. El Banco Central Europeo inyectó dinero a los bancos para salvar sus agujeros sin fondo, al 1% de interés. Pero luego los bancos han exigido a los gobiernos rendimientos del 4 y el 5% para la compra de deuda. Se ha aprovechado de la situación para lograr rentabilizar al máximo sus capitales.
¿No se puede acusar y penalizar a los responsables de la crisis?
Tribunales hay, pero la justicia está al servicio de los poderosos y, a veces, garantiza su impunidad. Hace unos pocos años el Banco de Santander inventó un producto financiero para aliviar la presión fiscal de sus clientes más ricos. Pero Emilio Botín no rindió cuentas ante los jueces aunque su banco entregó a Hacienda información falsa sobre casi diez mil operaciones bancarias por valor de 145.000 millones de pesetas, presentando titulares o testaferros de ese producto financiero tales como personas fallecidas -algunas durante la guerra civil-, ancianos desvalidos, parados o emigrantes, que nada sabían de tales operaciones. Era un delito por fraude y falsificación de identidad. Hubo una acusación particular que pidió para Botín alrededor de 170 años de cárcel. Pero, en un momento del proceso, el fiscal y el abogado del Estado decidieron retirarse, manifestando que el Estado no se había sentido dañado. Y el tribunal decidió que no había motivo para juzgar. Al tiempo apareció en el diario El País una noticia indicando que la entonces secretaria de justicia y después vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, había dado orden al fiscal para que retirara el contencioso. Y entonces ni hubo jueces, ni periodistas, ni ciudadanos que actuaran.
¿Qué alternativas se han propuesto desde la economía crítica?
La crisis es del sistema y las soluciones han de situarse fuera del sistema actual. Enumeraré algunas. Poner el sistema financiero al servicio de la economía productiva de bienes y servicios. Evitar que se especule con un bien necesario como es la vivienda. Facilitar créditos a bajo interés a las empresas y ciudadanos. Imponer topes al beneficio y restablecer el valor social de los impuestos. Subir los salarios reales, manteniendo la capacidad de compra y la productividad. Crear un auténtico sistema fiscal internacional y mecanismos mundiales de redistribución de la renta. Acabar con el régimen de plena libertad de movimientos del capital que arruina economías de países enteros, produce crisis locales y globales, no ayuda a la producción de bienes y servicios y sólo produce beneficios a los propietarios del capital. Establecer un sistema basado en la plena cobertura de las reservas bancarias y evitar que con el sistema de reservas fraccionarias la banca tenga el privilegio monopolista que alimenta la deuda, engorda la actividad especulativa y atribuye a los banqueros tan ingentes beneficios y un poder que chantajea al Estado. A la crisis no le pueden hacer frente sólo los gobiernos de los países ricos, sino que es necesario crear un gobierno mundial plenamente democrático, alejado de los lobbies y grupos de poder actuales. Y es cuestionable el papel del dólar como moneda dominante en la economía mundial.
¿Qué papel pueden jugar la banca pública y las cajas de ahorro?
La crisis ha puesto de relieve el coste grandísimo de haber renunciado a la banca pública. Hay que reivindicarla. Pero lo público no es en sí mismo lo adecuado, si su lógica no es diferente a la de la banca privada. Las cajas de ahorro no han hecho sino clonar la experiencia de la banca privada. Las concentraciones de cajas y la participación en ellas de capital privado parecen la antesala de su total privatización, que es la pretensión de la gran banca. A esa gran banca globalizada, alejada del territorio y sin corazón, le tiene sin cuidado la existencia de una economía local, de empresas apegadas al terreno, de modestas iniciativas de emprendedores, o la importancia de atender a las pequeñas economías domésticas. La banca ética (Fiare, Triodos), incipiente aún, es una buena alternativa.
Entrevista realizada por Javier Pagola – Revista Alandar
Si las barbas de tu vecino ves cortar, por las tuyas a remojar.
Es un refrán popular que explica bien el hecho de que vivimos en la ignorancia, hasta que algún conocido sufre las consecuencias del proceder delictivo de los bancos y las cajas de ahorros, y es cuando nos damos cuenta que los siguientes vamos a ser nosotros.
No distingo ninguna diferencia entre bancos y cajas, porque el afán usurero es de ámbas, y en el caso de las cajas con un plus especial, al ser políticos sus consejeros de administración:
-Cobran comisiones por todo
-Si tienes la cuenta en negativo, te soplan 30€ cada vez. Y lo sangrante del asunto es, que muchas veces provocan ellos mismos que la cuenta quede en negativo al aceptar algún recibo a pesar de que no haya suficiente saldo en la cuenta.
-Los contratos con ellos son de simple adhesión, es decir, que lo tomas o lo dejas. Tú no puedes aportar sugerencias porque entonces no se celebra.
-Si pides una hipoteca, además del bien hipotecado solicitan avalistas.
-Si como consecuencia de la crisis, generada por ellos,no puedes pagar las cuotas de la hipoteca, te quitan el bien hipotecado y los bienes de los avalistas, y seguramente todavía sales debiendo por los intereses de demora y las costas judiciales.
-Hay más, y es que el bien hipotecado y el de los avalistas, se lo quedan por la mitad de su valor, y te siguen exigiendo el resto. Esto se produce porque la ley se lo permite: En las ejecuciones hipotecarias, los bienes salen a subasta, y como ahora los otros usureros, es decir, los subasteros, no acuden a ellas, quedan desiertas, y es entonces cuando empieza a funcionar el art. 671 dela Ley de Enjuiciamiento Civil : "Si en el acto de la subasta no hubiere ningún postor, podrá el acreedor pedir la adjudicación de los bienes por el 50 % de su valor de tasación o por la cantidad que se le deba por todos los conceptos"
-Pero no les basta con éso, y te persiguen durante toda tu vida para exigirte su resto hasta conseguir la exclusión social. Desde el inicio de la crisis se han producido 350.000 ejecuciones hipotecarias por parte de los bancos y cajas. Qué sociedad soporta éso?
-Lo gordo del asunto es que el estado les ayuda a ellos con inyecciones económicas, y después siguen machacando al débil.
- Entonces, viene el ministros de Fomento y dice que "bajo ningún concepto se modificará la ley para aceptar la dación en pago"...porque éso afectaría al sistema financiero.(el mismo sistema financiero que condona sus deudas millonarias, la de los partidos políticos, deudas generadas en campañas electorales y otros.
A pesar de todos los pesares, nos hace falta un Hugo Chávez.
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