jueves, 1 de febrero de 2007

Petición al CIS

Pidamos al CIS . Por razones fáciles de entender, el CIS no incluye en sus baremos una pregunta sobre el prestigio de que gozan las diferentes profesiones en España, esto es, abogados, arquitectos, médicos, profesores, jueces y es una pena porque nos enteraríamos de cosas suculentas. Como, por ejemplo, que el grado de prestigio de los jueces es bajísimo, probablemente cercano al de los políticos. ¿A qué se deberá que los jueces no disfruten del aprecio y el respeto de los ciudadanos en España, como sí lo hacen en los EEUU, en Inglaterra y otros países civilizados? Básicamente a dos vicios de funcionamiento de la justicia ampliamente percibidos como tales: el activismo judicial y la ley del embudo, todo lo cual sucede, además, en un contexto de clara politización de la justicia y judicialización de la política. 

El activismo judicial, un defecto muy típico de una actividad jurisdiccional desmedida consiste en que los jueces interfieran en los terrenos reservados a los otros poderes, el legislativo y, especialmente, el ejecutivo, entorpeciendo la labor de éste por motivos que, casualmente, coinciden con los intereses de la oposición, algo que todos los ciudadanos pueden ver cuando, aun en contra de las decisiones expresas del Tribunal Supremo, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco llama a declarar al Lehendakari, admitiendo a trámite una querella desaforada. 

El segundo vicio es el que se conoce con el nombre popular de "ley del embudo". Hay una clara percepción popular de que existen dos varas de medir en la justicia penal española, según que los acusados sean nacionalistas vascos o no. 

El caso de De Juana Chaos, condenado a 12 años y seis meses por dos artículos publicados en un periodiquito independentista vasco, Gara, es el último conocido y más claro. Que los jueces mantengan en la cárcel a los señores Parot y De Juana, que ya han cumplido sus condenas, pero hayan puesto en libertad a los señores Galindo y Vera, que apenas han cumplido las suyas, habla por si solo. 
Es decir, los jueces nos defienden de los malhechores, como es lógico; pero ¿quién nos defiende de los jueces? 

Publicado el: jueves, 01 de febrero de 2007 15:41 por dolxia

No hay comentarios: